domingo, 13 de enero de 2019

Las Tortugas Marinas

TORTUGA

Las tortugas marinas son de sangre fría pero pueden adaptar su temperatura corporal de acuerdo a la temperatura en el ambiente. En ocasiones, cuando la tortuga quiere aumentar su temperatura, nada muy rápido y, en cambio, para enfriarse se sumerge a áreas más profundas. Se pueden observar en todos los océanos y mares del mundo, en especial en la zona tropical.

Las tortugas marinas se caracterizan por tener un caparazón que se une a ambos lado de su cuerpo en la parte de abajo del caparazón. Este caparazón la protege de depredadores y de las variaciones en las temperaturas.

Las tortugas marinas no poseen patas pero tienen cuatro aletas fuertes que le ayudan a nadar, arrastrarse en la arena y a cavar los nidos. Su cuello posee 8 vertebras y, a diferencia de las tortugas terrestres, no pueden introducir su cabeza dentro de su caparazón. No tienen dientes, pero sí tienen unos picos bien filosos o cortantes en la parte superior de su boca. Sus oídos son internos y muy eficientes. Poseen pulmones efectivos, los cuales le permiten aguantar la respiración por mucho tiempo. También, tienen un sentido de orientación muy desarrollado, ya que le permite regresar a desovar en la misma playa donde nació. Se piensa que su orientación se debe al magnetismo de la tierra. 

Finalmente, las tortugas marinas pueden vivir entre 150 a 200 años aproximadamente.
La alimentación de las tortugas marinas depende de yerbas marinas, algas, esponjas, moluscos, crustáceos, peces y corales, que le aportan calcio para fortalecer el caparazón. 

Algunas tortugas se caracterizan por comer en su mayoría pequeños vertebrados, pulpos y medusas.

Las tortugas hembra vuelven a su playa de nacimiento a hacer sus nidos para poner sus huevos. La hembra crea un hoyo en el que puede depositar entre 50 a 200 huevos.

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